Cucodesafío2016: Amanecer Zulú: DIA 04

DIA 04 (6 Dic): ZAMBIA´S FREEDOM MAN (Harare (Zimbabwe) - Lusaka (Zambia)) 500 kms

Despierta el día en Harare, la capítal de Zimbabwe (antigua Salisbury en tiempos de Rhodesia)

Como la mayoría de los que me voy encontrando en esta latitud, el Hostel no estaba mal.

En la puerta hay un elefante...

Estamos más al Norte que ayer y las jacarandás ya han perdido toda su flor.

En el centro de la capital se encuentran los edificios del Crowne Plaza como el del Banco de la Reserva de Zimbabwe.

O el edificio de la NSSA (National Social Security Authority).

Y tras ellos en Museo de Arte que se encuentra justo al entrar en los Harare Gardens.

Un poco más lejos se encuentra la Catedral Católica del Sagrado Corazón de Jesús.

En un rincón observamos la que parece la Virgen de Lourdes francesa.

En el centro del centro de Harare está la África Unity Square con sus fuentes.

En una esquina de la plaza encontramos la Catedral de Santa Maria y Todos los Santos.

Y bastante cerca, el Parlamento de Zimbabwe.

Y la Corte Suprema (Tribunal Supremo).

Salgo de Harare dirección a Zambia. Hoy las carreteras se han hecho más entretenidas, ratoneras, con puertos de montaña, camiones pesados, pasos por obras en pistas de grava y arena. Por otro lado, sigo encontrándome aldeas pintorescas.

Ésta vez las hay también de madera en vez de obra.

En el Bar Makuti hay Coca-Cola Paja... hahaha.

Yo si eso me paro en otro chiringuito... el de la gasolinera donde lleno el depósito antes de cambiar de país.

El botín de hoy, un par de bollos raros (¡uno amarillo!) y algo de leche (que igual sí es la famosa Coca-Cola Paja... hahaha)

Antes de la frontera me desvío en busca de un estupendo Baobab.

"Y si un baobab no se coge a tiempo, ya no es posible liberarse de él jamás" El Principito.

Como sabéis, al Principito no le gustaban los baobabs, decía que son malas hierbas que hay que arrancar a tiempo porque temía que le invadieran su pequeño asteroide. Parece claro que Antoine de Saint-Exupéry quería referirse a los malos pensamientos que uno no debe dejar que nos echen raíces dentro , pero al fin y al cabo acabaron pagando justos por pecadores.. Los baobabs son árboles majestuosos, magníficos, he pasado por alguna carretera flanqueada de ellos que parecía un bosque encantado de guardianes gigantes. Desde aquí, y con unas fotos, reivindico la justa descriminalización de los baobabs. Hagámosles justicia por fin! Hahaha.

Finida la gilipollez del día :) voy tirando y encontrando más Baobabs.

Sus estupendas sombras los hacen los puntos de parada y encuentro locales.

Y llego a la frontera, un momento siempre delicado, aunque la de Zimbabwe ha estado relativamente bien.

Atraviesas el Río Zambezi y al otro lado te espera la aduana de Zambia...

Y como me temía, la de Zambia ha sido una de las malas, malas, sobretodo porque no me querían dejar pasar al país por carecer de un papel que la empresa de alquiler no me dio (#seveíavenir...), el certificado "Police Clearance" de la Interpol.

Llevo ya lo bastante en esto de andar por el mundo como para no dejarme sablear a la primera, así que he estado un buen rato capeando el temporal contestando que ya podían decir misa que no me faltaba nada y que me sellaran los papeles... justo hasta que me han acompañado a la pared y me han enseñado este enorme cartel que sí, efectivamente, explica muy clarito que para entrar en Zambia es obligatorio llevar este certificado policial de que el vehículo no consta robado.

Detalle.

Al final se ha encontrado una solución "imaginativa" para conseguir el sello necesario y esta noche dos oficiales de aduanas podrán comer una hamburguesa de mi parte....

Sigo en la brecha y a media tarde llego a Lusaka, la capital de Zambia y lo hago de dia, por fin.

Paso por la Mezquita Umas Al Farouq.

Y llego al símbolo de Lusaka, la estatua del Freedom Man.

Detalle del esclavo que se libera de sus cadenas.

Llego al Hostal, otra vez muy agradable, y en él de nuevo encuentro a alguien que no sea negro, ya que por todas partes ha sido imposible un día más (vuelve a mirar las fotos...) Caminando por la calle me siento como un albino.